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miércoles, 29 de octubre de 2008

Otra de cuando estábamos lejos.

Y siempre que decías algo de los condominios azules y de los pequeños espacios de tu casa, se me hacía un nudo no sólo el corazón si no también el estómago, la verdad nunca pensé en que yo iba a usar un cajón destinado para mi, ni otro cajón en el tocador, ni siquiera pensé que un día en realidad iba a poner mi cepillo de dientes junto al tuyo, estaba acostumbrada a que todo era para mi, y cuando me sentí incomódamente apretada en ese colchón riquísimo, matrimonial y apacible, no lo cambié por el mío para mi sola...No, cada que hablabas de nuestro primer encuentro, pensaba en que sería así sin duda ( eso en el caso de que realmente ocurriera) y ocurrió, no así pero quizás un poco mejor de lo que habíamos pensado.

Esas noches el verano ofrecía un viento de madrugada fresco, agradable, húmedo si había llovido durante la tarde, yo solía abrir la puerta, haciendo malabares con el teléfono, y solía acomodarme cerca de la puerta de la casa, viendo el estrecho corredor del porche hacia la puerta de salida, las sombras dennotaban la presencia de helechos y lenguas de suegras y a veces la luna se esparcía entre las macetas de la barda, pero tú no podías ver el cielo de julio limpio repleto de estrellas, y yo no sabía como describirte esos paisajes nocturnos, no veías que mi piel resplandecía de blanco a oscuras, no veías tampoco el temblor de mis labios cuando me decías ''Te amo''; No veías ni sentías nada de eso, sólo una voz, que desconozco como se escucha por teléfono, sólo mi voz que te susurraba que quería estar contigo, que quería estar para ti y por ti, y que ya había recorrido algunas manos, labios, pero que sólo eran los tuyos.

Tampoco podías poner una mano cerca de mi corazón y sentir el latido a prisa, desbocado que me provocaba escucharte, ¿Recordarás la primera vez que te llamé ya muy tarde para agradecerte el detalle de tú haberme marcado esa tarde? Tenía el corazón igual de inquieto que ahora cuando dan las 3 de la tarde y sé que pronto vendrás, te hable con muchos nervios, con muchas ganas y sobretodo con amor de escucharte otra vez.

Y al cabo de pocos días, increíblemente fui sintiendo algo por ti, indescriptible, algo que me llenaba las venas, la sangre, y que por un momento en esas noches donde creías que tenía otra cara, imaginaba el final, el final que en el fondo quería que fuera feliz o por lo menos que no te importara nada de eso.

Y cuando veo tu sueños, cuando me detengo un poco en las noches y te observo dormido, boca abajo, con la respiración pacífica, recuerdo todo ésto que ahora escribo, tan nítido todo, tan claro, tan perfecto, tan maravilloso.

Termino como siempre digo, hace más de 4 años de todo eso, antes de Sora, antes de Leona, antes de nuestro primer beso y de nuestra primera caricia, y ellas exisitieron siempre, siempre existieron entre mis sueños contigo, en esas noches nuestras, siempre han estado con nosotros y ellas supieron cuando es que tendrían que llegar.

Y yo que no quiero.

Ya van dos veces en menos de una semana que cierta mujer en mi pasado me llama, sin yo querer que me llamé ni nada de eso, no una cosa tan desagradable pero es parte del pasado, y yo ya no tengo pasado, sólo tengo el presente que hoy vivo, tengo unas fotos, unos recuerdos, unas palabras y peleas, y es todo, pero a nadie le importa por que por alguna jodida razón piensan que yo tengo que estar frecuentando gente, y esas gentes piensan que aún somos familia y no es así ya no somos nada, quizás nunca lo fuimos, a veces pienso en si de verdad habrá ocurrido lo que ocurrió, si habrá pasado así tal cual, si habrá sucedido en verdad, pero si, si pasó y esa mujer en mi pasado, por momentos se aferra a que aún nos une algo.

A veces detesto pronunciar mi nombre por que van gotas de todos, y yo no quiero compartir el adn, que lo comparto en poca cantidad, vaya, que mejor es que se quede ella y todos su compinches, lejos.

Yo que no quiero batallar con el pasado, parece que ese pasado se empeña en molestarme cuando no tiene nada que hacer.

domingo, 26 de octubre de 2008

Por éstas fechas.

Siempre, todos los años me da una especie de nostalgia, es de unos años para acá, pues desde el 2004 mi vida cambió y dejé la soltería, a veces recuerdo cuando éramos sólo dos intentando escribir una historia sobre los obstáculos, sobre las intrigas, sobre las mentiras, sobre esas tardes cuando me quedaba sola en casa, ya ni recuerdo como es la soledad extendida. También pienso en aquel 15 de septiembre del año 2005, más bien recuerdo la primera semana de septiembre, el día 8 cuando me tenía que haber llegado la regla, regla que nunca llegaría.

Él y yo ya sospechábamos que quizás ya no estaríamos solos, pero sólo era una sospecha, nada cierto, y al día siguiente, fue a la farmacia y me compró una prueba casera de embarazo, mientras él regresaba, el estómago se me hacía trizas, se me volvía a construír y de nuevo se hacía trizas, cuando regresó, ambos, fuimos al baño y esperamos el resultado con la prueba sobre una tapadera de gel en la recámara, a los pocos minutos, sin parafernalias ni sopresas, nos dimos cuenta que estaba embarazada; Ahí empezó todo.

Por éstas fechas hace tres años, estaba esperando a mi primera hija, esperando con ilusión de primerizos que me creciera la panza, sentir esos movimientos de los que hablaban, pensar en como sería el parto, pensar en tantas cosas, fue un invierno maravilloso con mi barriguita creciendo, sintiendo poco a poco los movimientos de mi primer bebé, pensando y teniendo nervios de la primera ecografía, de la primer consulta, de lo primero de todo, me da nostalgia saber que han pasado 3 años desde eso y que ahora mi hija está aquí con nosotros, que las cosas han cambiado tanto, y que ya hasta tenemos otra bebita, que volvimos a empezar a contar las lunas, las semanas, los días y que nos llegó nuestro segundo regalo en agosto pasado.

Por éstas fechas hace tres años, yo sería mamá primeriza, con miedos, ilusiones, historias que al momento de ese primer parto se desvanecieron por que hasta que no se vive no se sabe, nos dormíamos pegaditos, abrazados, él me abrazaba la panza, la primera navidad con vida en mi, pensando no sólo en mi, si no ya en otra persona, y de pronto 18 semanas y luego 28 y luego 38 y luego...El final de esa maravillosa historia que se tejió un día, !También de agosto! una noche de domingo, cuando yo dormía, y de caricias, sueños, amor y besos, viajaba por mis adentros la maravillosa creación de la vida tan mágica que pude ver esa mañana de septiembre en una prueba de embarazo.

Hace tres años y ya habíamos escrito la historia hacía un año atrás, en esa ciudad infinita, en esa ciudad que ofrece de todo y tiene todo, luego en febrero de 2006, cambió de empleo, y yo me quedaba sola con una barriga redonda y pequeña, esperando por papá, asomándome por la ventana desvelandóme las veces que cambió de turnos y ahí estaba, con mi barriga rellena de vida, sin duda nunca olvidaré esos momentos, esos primeros movimientos esas primeras noches de ese primer embarazo.

sábado, 18 de octubre de 2008

Migraña.

Migraña, bueno la tengo desde los 12 años, pero en ese momento no supe que era, siempre decía que me dolía un ojo y la mitad de la cabeza pero pasaron años para saber que era ''Migraña''.

Todo comenzó un día cuando me metí a bañar por la tarde, salí, me sequé, me vestí, y luego, al salir a la calle, el panorama se tornó amarillento, muchas luces se vinieron a mi vista pero sólo yo las veía y así duré todo ese día, mi primer episodio, a partir de ahí cada cierto tiempo, me dolía, aunque era muy joven como para advertir el dolor y prevenirlo, nunca pensé que yo me podía tomar una aspirina, nunca pensé en experimentar algo tan extraño, tan molesto y sobretodo tan doloroso.

Sentía naúseas algunas veces, y hacía su aparición cualquier día a cualquier hora y en cualquier momento, a veces cuando en la escuela estaba bajo presión por exámenes o días difíciles se hacía todavía más agudo y constante, pero sólo decía ''Me duele un ojo junto con la mitad de la cabeza''.

Un día, hicieron un programa de otorgar anteojos a quienes lo necesitaran, pero yo veía bien, ( o eso creía) me hicieron mi exámen y salí apta para usarlos, fuimos hasta el palacio de gobierno, era un programa muy importante parecía, y bueno, me dieron mis lentes, sin embargo aún me dolía muchísimo.

Nada me quitaba el dolor, sólo dormir, y a veces ni eso y me despertaba en algunas ocasiones viendo más luces que las que había visto el día anterior, pero aún así no le daba importancia, mi papá decía que seguro me había dado aire por estar tanto tiempo fijando la vista, pero no era eso.

Un día al cumplir los 15 años, habiendo tomado todas las aspirinas del mundo, decidí ir al médico, y después de hacerme muchas preguntas, sentenció:

''Tienes migraña fíjate, y eso no tiene cura, ni siquiera sabemos a ciencia cierta que la causa''. Era demasiado jóven para saber e intepretar esas palabras, seguro me daría algo efectivo y entones aunque no hubiera cura los dolores se quitarían, me dijo que había otra opción pero esa desde siempre estuvo descartada, ahora entiendo por que el médico me pregunto como me sentía al saber que lo que padecía no tenía cura.

Me dio unas pastillas que desde nunca me sirvieron, a veces hasta sentía que me hacían el dolor más intenso y más insoportable, entonces recurrí a remedios primitivos como envolver hielos en una toalla y mojarme la cabeza con el agua más helada que encontrara, funcionaba a veces, a veces no, y entonces fue cuando supe que así me iba a pasar algunas veces en toda mi vida, pero no me agobie, aún era joven para conocer ésta sensación que experimento ahora.

Neurológo al que voy, neurológo que me dice lo mismo, ''no hay cura peroo..'' La misma historia de siempre, pastillas que me funcionan un tiempo, pastillas que me dejan de servir y entonces cambio de medicamento y es lo mismo siempre, la misma y tediosa historia de describir el dolor para que el neurológo haga tiempo y diga lo mismo, estoy cansada de eso, cansada y harta de que sólo me digan que fumando un cigarro de ''eso'' se me quitará, obvio no lo voy a hacer, y ni modo, no hay remedio, por eso ya no iré al neurológo ni creeré en remedios milagrosos, en pastillas que la quitan inmediatamente, en medicamentos caros que prometen milagros, no, ya no, se acabó.

Desde los jodidos 12 años estoy igual, no sé si hoy me duela, pero no pienso en eso, toda la semana pasada me dolió, se me borró la visión de un lado, y a nadie le importa, nadie lo entiende y creen que es sólo un dolor de cabeza pasajero, pretexto para no hacer las cosas pero no es que no quiera es que no puedo.

Aún así las hago por que las tengo que hacer, por que tengo que atender a mis niñas, que ojalá y ellas no hayan heredado esto, por que es heritario, por que es a más mujeres que a hombres a los que les da, por que es algo horrible, por que prefiero volver a sentir contracciones artificiales mil veces a sentir como me martillan el cerebro de un lado...

Ya no tomaré nada, nada me sirve, ya no ire a ningún neurológo, ¿Para qué? No me sirven a mi, no tiene caso gastar saliva, tiempo y dinero, se termino.

sábado, 11 de octubre de 2008

Muchas cosas.

Ville valo siempre me ha acompañado en mis momentos de soeldad, alegrías, tristezas, en fin, sin saberlo, Ville Valo tiene un foro donde se habla de todo menos de él.

Muchas canciones se identifican conmigo, muchas letras me hacen revivir etapas de mi vida, y bueno, Ville Valo siempre ha estado de algún modo ardonado alguna playera o una pulsera.

Tengo muy pocos amigos, tengo muy poca confianza en la gente, pero sé que debe haber gente buena, yo no le he hecho mal a nadie nunca, soy buena gente aunque un poco seria, y un poco sárcastica, eso no me hace mala.

Recordaba muchas cosas antes de escribir, pero suele pasar que siempre las olvido, parecerá mentira pero también a mi me han sido infieles antes, nunca he tenido demasiada suerte en esas artes, y siempre de jovencilla idealizaba de más a la gente, la que pagaba el caldo junto con las gallinas era yo, sigo pagando errores ajenos, y últimamente a las personas les ha dado por joder a otras, no le veo mucha ciencia, si uno quiere a alguien y ese alguien lo quiere a uno, quédese ahí y no moleste a otras vidas.

''Sigo cayendo sin caer
entre grietas esótericas
sigo pensando sin pensar
el tono del placer''

El mismo rey de siempre, el mismo rey esclavizado, lujurioso y malévolo de siempre, seguro se ríe de mi en algún lado, aunque para mi rey sea un maldito payaso, para otros es todo el universo, suspiro a veces, y dejo la tele encendida para no sentirme sola, se ve la calle un poco desierta, y pasa gente conversando, y yo sin hilar palabra, sólo idiomas infantiles.

¿Qué se sentirá ser fantasma en la mente de alguien? ¿Será perturbador ser fantasma? ¿Alguien podría asustarse si al abrir el clóset encuentra un esqueleto?...Creo que si, yo busqué miles de cosas y fui olvidando que las tenía, cuando volví a buscarlas y sacarlas de las bolsas, recordé que habían estado mucho tiempo guardadas y que olían a viejo, como puede oler el otoño en los árboles que fallecen a su llegada, y una pequeña sonrisa, diminuta sonrisa se dibuja en un rostro inocente, y la otra inocencia se dibuja y se pinta fuerte y perfecta junto a la puerta de esprín, algo me recuerda que no estoy sola.

Yo no tengo la culpa de muchas cosas, me hago responsable por lo mío, pero ya no por lo ajeno, sé que algún día podré ir a la playa, podremos ver la puesta de sol 43 veces, y pondremos los camastros de modo que podamos ver otras 43 veces, los siguientes ocasos.

lunes, 6 de octubre de 2008

Antonia.

Bueno, era una mujer déspota, insegura, manipuladora, que pudo haber tenido encanto, pudo, por eso lo puse como algo que no fue, siempre se quejaba de dolores de cabeza debidos a su estrés y a que yo le hacía pasar corajes, mayormente se quejaba de eso con quien se le cruzara por enfrente, pero no lo contaba completo y nunca dijo que en realidad yo sólo me defendía de sus ataques, y ahí estaba yo con mis escasos 8 años tratando de vencer al dinosaurio aventando bombones.

Pero cuando me volví una persona madura y civilizada, ésto a partir de los 12 o 13 años, decidí hacerle ver que lo mejor era que nuestra relación fuera de cordialidad aunque no le simpatizara, ni ella me simpatizara a mi, por que además A. pensó que eramos peor que la ''guayaba y la tostada'' bueno, A. pensó que éramos como uña y carne, pero no se le ocurrió re-pensar nada más y cuando en verdad PENSÓ ya era muy tarde como para ponerse a analizar las cosas.

Un día 18 de junio del año 2005, las cosas habrían de cambiar para todos, y aquello que imaginé sólo como un sueño guajiro, se volvió realidad, tangible, nítida y hermosa realidad, jamás volvería a ver a nadie de esa gente, ni siquiera a Antonia, A. se quedó mudo, estupefacto con las palabras que estaba escuchando y un ''Yo tenía razón'' interno me explotaba desde los órganos hasta los labios, pero la cordura ganó, y así, olvidando ropa ya olvidada, las cosas que llevaba ese día en una bolsita, y dejando ahí todo el patetismo, salí y entonces si continúe con mi vida, con la que había iniciado ya un año antes.

Dicen que Antonia se quedó muy sola, ya que L. R y D. creyeron que sería muy fácil aguantarla, creyeron que todo iría en color rosa, se quisieron vestir de héroes, pero, no lo consigueron, y los tres de la furiosa unión'' terminaron peleados, Antonia sola cuidada por una extraña, L. deshojando los recuerdos en bares, R. renunciando a ser él sólo por ser como D. ( otra persona con esa inicial) quiso, quiere, y querrá hasta que se le termine el dinero y D. bueno, se quedó sin empleo, sin coches, sin hijo estudioso y por andar de pone cuernos, se queda casi sin mujer, aunque no tuvo tanta suerte o tanta mala suerte.

Y aquí sigo, tratando de desglosarles la vida del modo más amable posible, y trato de verlo con humor, con el típico sarcasmo que me caracteriza.




sábado, 4 de octubre de 2008

Más allá de la burocracia.

Ayer fue día de hacer trámites, fuimos a recoger el certificado de nacimiento de Sora, cambio el formato de consulta, en años anteriores uno tenía que entrar y subir muchas escaleras, y entonces apartar cita o esperar su turno, ahora es diferente y todo está en la planta baja.

Entramos y nos dirigimos al ''Archivo general'' : ''Vengo por el certificado de nacimiento de mi niña, me alivié aquí hace dos años y no me lo dieron'' Lo que obtuve fue la típica respuesta burocrática de siempre ''Pues no vino por el, a todo mundo se le entrega'' Pidieron las credenciales de elector, mi acta de nacimiento, y los papeles donde están sus huellas del pie, al ver la fecha, muchos recuerdos se me vinieron a la mente, el 6 de mayo del 2006 representa para mi el final de una vida y el principio de otra, representa el final de la responsabilidad limitada, para la completa responsabilidad de la vida de mi primera hija, por un momento al ver mi edad en ese entonces sentí ese hoyo en las costillas y esa respiración agitada que silenciosamente la nostalgia hace disimular, y al verla parada, y de casi dos años me di cuenta que todo había pasado rápido, era sólo un papel con sus plantas de los pies pequeños, era sólo un papel color blanco con la fecha más importante de toda mi vida, era sólo un trámite pero ese trámite desencadenaba en recuerdos de ese primer parto, de ese primer embarazo lleno de ilusiones, lleno de ganas de conocerla, muchos recuerdos se me vineron mientras guardábamos todo, y entonces al salir de esa carncería con pinta de hospital, otra vez los otros trámites interrumpieron mis pensamientos.


miércoles, 1 de octubre de 2008

Tú allá, yo aquí.

Era miércoles, lo recuerdo bien, sonó el teléfono y algo me dijo que contestara yo, al otro lado una voz, una voz extraña, firme, una voz con un acento tipíco de las personas del centro del país, y eras tú, no pensé que me hablarías, mucho menos imaginé que de verdad vendrías y menos que todo eso que parecía fantasioso se haría realidad.

Han pasado ya 4 años desde aquello, un día me dijiste que llegarías el viernes, y ese viernes ha sido uno de los días más extraños que he tenido; Un día antes de que todo se descubriera, de que vieras que realmente no era yo la chica de las fotos, estaba muy nerviosa creyendo que todo se iría al caño, y ahora al recordarlo me da risa, pero en ese momento en lo que menos pensaba era en reír, te llamé muy temprano al día siguiente diciéndote que mejor no vinieras por que mi papá estaba enojado, pero aún así decidiste venir, creo que en el fondo ya sabías la verdad, y a mi no me quedo más que arreglarme lo mejor que pudiera y poner mi mejor cara ante el ridículo y verguenza inminente.

Ese día acompañe al neurológo a mi abuela, mi papá me había dicho que no te vería si él lo creía necesario, en el fondo deseaba que eso fuera así, y así me evitaría muchas explicaciones, pero había que hacerle frente a mi mentira, y tenía que darte una buena razón de por que lo hice, estaba segura que te darías la media vuelta, sin embargo, me viste ahí sentada, con unos jeans y una blusa negra, con unas sandalías color plata, con una cola de caballo, con un maquillaje perfecto, yo te vi de abajo hacia arriba y descubrí unos ojos interrogantes, como cuando un niño ve algo que desconoce pero que a la vez le impresiona, me levanté y te diste cuenta que eras más alto que yo, y que yo podía usar tacones las veces que quisiera por que de todos modos nunca iba a estar más alta que tú, lo que siguió no lo recuerdo, la mente se quedó en blanco, y sólo me acuerdo de que era un día medio nublado, sólo recuerdo el intenso calor de agosto.

Por esas fechas, las cosas ya no eran como antes, ya no había tantos obstáculos que burlar, sin embargo nos sentamos en el parque que aún sigue vivo, que aún sigue guardando muchas escencias entre ellas, la nuestra, me preguntaste tantas cosas que yo no sabía donde meter la cara, no era capaz de mirarte a los ojos, fue la primera vez que al conocer a alguien me intimidé a tal grado que mi paisaje no eran los cerros, ni las calles, era el suelo terroso con miles de hormiguitas caminando, me dijiste que no buscabas nada afuera, que lo importante estaba adentro, no nos besamos como tantas veces por teléfono y messenger me lo dijiste, no fui a buscarte al aeropuerto como tantas noches te lo dije, no, nada de eso, estábamo tú y yo inmersos en un mar de confusión, luego como queriendo dar otro aire al asunto, me dijiste que tenías hambre por que en el avión sólo te habías comido una galleta integral, así que me tomaste de la mano y nos fuimos a comer, yo llevaba la cabeza bloqueada, no te pude llevar al ''Venecia'' así que casi por inercia llegué a la malinche, y entonces comimos unas tostadas u tú un burro muy grueso relleno de carne deshebrada en chile colorado, como gesto de gentileza te ofrecí le llamarás a tu padre para decirle que estabas bien, supongo que te habrá preguntado algo por que tú sólo dijiste: ''No, no tiene los ojos azules''.

Seguías en el intento de romper la tensión y me dijiste ''¿Sabías que te pareces a Penélope Cruz? Y también a Ana de la reguera, aunque tienes también un aire con Ana Serradilla'', todas esas actrices te gustaban (y te siguen gustando) y yo, con una sonrisa nerviosa dije que no, que nadie me lo había dicho nunca, volviendo al tema, me dijiste que ibamos a ir al hotel a platicar, SÓLO A PLATICAR según tú, así terminamos de comer, y salimos, nos fuimos a pie pues estaba cerca, tomaste mi mano y sin decir nada relacionado a ese embrollo exclamaste ''!No sé para que me traje está playera, tengo mucho calor'' y como no, si era pleno verano y tú llegaste de negro, con una playera tipo sudadera de manga larga, tus botas de motociclista y unos pantalones con muchas bolsas que se cerraban con un velcro, no dijiste nada relacionado con mi treta en el camino, y cuando viste el ángel de la plaza mayor que por ese entonces apenas estaban terminando de construir, dijiste irónicamente ''Ayyy si, como no, le quieren copiar al de Reforma, ya lo verás, es más grande el pilar y el ángel menos dorado''. Aún querías que nos fuéramos, aún querís estar conmigo, hicimos una parada en una tienda, y compraste tus cigarrillos, en ese tiempo fumabas ''camel'' y de ahí llegamos al hotel, entramos a tu cuarto, y comenzó un interrogatorio ''Tragi-cómico'' igual que hoy, yo estaba resfriada, tenía la mitad de la nariz hecha mierda, tenía tos, y creo que hasta tenía fiebre, pero no sentía nada de eso, terminando la plática de tragedia griega, me puse de pie, tenía la intención de salir y asomarme para ver la alberca, regresé al cuarto y me senté en tus piernas, a lo que tú dijiste ''Espera, dame tiempo''. No te di demasiado tiempo y ya sabemos en que desembocó, en un primer beso, y en todo eso que me decías en las noches, en esas noches tan finas de cristal cortado y bordadas de plata.

Al día siguiente era sábado, me dolía el cuerpo ¿Sabes? quedaste de pasar por mi a las 9.00 am, olvidé intencionalmente el celular, así que de un público le llamé a mi papá diciéndole eso, que el celular estaba descargado, nos fuimos a buscar un hotel en la zona del centro, y cuando lo encontramos fuimos al tuyo, hicimos lo que teníamos que hacer sin resultado, y sacamos tus cosas, nos fuimos en taxi, y llegamos a lo que sería nuestra ''Luna de miel agridulce'' muchas veces me decías que fue innecesario haberte dicho eso, haberte mandado fotos, por que yo era bella, no lo sabíamos, pero el domingo 22 de agosto de 2004, sería el último día que yo dormiría sola, que yo dormiría en una cama individual, pues a partir del lunes 23, dormiría en una mitad de cama que tú rentabas desde hace mucho, y que yo había alquilado ese lunes caluroso de agosto, llegamos en la tarde-noche, alrededor de las 7.30 pm, pero en el horizonte repleto de cerros y casas que se veían pequeñas, se apreciaba el cándor del atardecer, una línea azul intenso, otra más naranja y el imponente color rojo del sol moribundo, por un momento el cielo se puso tan azul como en abril, llegamos al hotel y volvimos a platicar, creo que tenía otra vez fiebre, tenía mucha sed, estaba temblorosa, y salimos a comprar para cenar, ¿Cómo te explico lo que sentí al dormir acompañada la primera vez? En otra cama, sin medir espacios y moviéndome como siempre sin tocar vacíos, sin acariciar sábanas, llego el martes, el despertar cercano el amanecer, escuchar los ruidos de la calle, escuchar tus latidos, tu respiración, era nuevo para mi el voltear y verte, compartiendo ese espacio, ese lugar que no era nuestro pero que mientras estuvimos ahí, lo hicimos propio, salimos a una agencia de viajes para comprar los boletos, y de ahí nos fuimos a mi antigua casa, para sacar mis últimas cosas, me llevé un montón de libros y mi cajita donde guardaba mis maquillajes, nos fuimos y entonces descubrí que ese sería el último día y la última noche en Chihuahua, en el desierto de arena naranaja.

El miércoles 25 fui a despedirme de todos, mi papá me dio un beso y sonrió pues yo era feliz, salí de esa casa, de ese callejón, sin melancolía, sin tristeza, sabiendo que en unas horas estaría tomando un avión para comenzar otra vida, nos despedimos y mi papá te dijo que me cuidaras bien por que te estaba entregando su más preciado tesoro, le dije que me llamará a las 8.30 pm tiempo de aquí, estaríamos llegando a México alrededor de las 7.40, pero México df es inmenso, infinito y las distancias son largas, y para más seguridad ya estaría en mi nueva casa a las 8.30 tiempo de Chihuahua, 9.30 tiempo de la ciudad de México. Nos fuimos en taxi al hotel, a bañarnos, serían cerca de las 2 de la tarde, pero no había agua, sólo nos cambiamos, y te tomé de la mano y te dije ''De aquí en adelante, siempre juntos''.

Llegamos al aeropuerto, ni siquiera iba nerviosa, antes de documentar, le llamé a mi papá para despedirme, y entonces comenzó la aventura, se llegaron las 5.15 y estábamos abordando el avión, fue un vuelo lleno de besos y lleno de ''te amos''. Llegamos y todo era mágico, era una ciudad que no terminaba nunca, era eterna.

De eso han pasado ya 4 años, nadie daba un quinto partido en dos ¿Lo recuerdas?, ahora somos una pareja, somos padres...Somos una familia.

(Sora y Leona nos veían de alguna parte).