Bueno, era una mujer déspota, insegura, manipuladora, que pudo haber tenido encanto, pudo, por eso lo puse como algo que no fue, siempre se quejaba de dolores de cabeza debidos a su estrés y a que yo le hacía pasar corajes, mayormente se quejaba de eso con quien se le cruzara por enfrente, pero no lo contaba completo y nunca dijo que en realidad yo sólo me defendía de sus ataques, y ahí estaba yo con mis escasos 8 años tratando de vencer al dinosaurio aventando bombones.
Pero cuando me volví una persona madura y civilizada, ésto a partir de los 12 o 13 años, decidí hacerle ver que lo mejor era que nuestra relación fuera de cordialidad aunque no le simpatizara, ni ella me simpatizara a mi, por que además A. pensó que eramos peor que la ''guayaba y la tostada'' bueno, A. pensó que éramos como uña y carne, pero no se le ocurrió re-pensar nada más y cuando en verdad PENSÓ ya era muy tarde como para ponerse a analizar las cosas.
Un día 18 de junio del año 2005, las cosas habrían de cambiar para todos, y aquello que imaginé sólo como un sueño guajiro, se volvió realidad, tangible, nítida y hermosa realidad, jamás volvería a ver a nadie de esa gente, ni siquiera a Antonia, A. se quedó mudo, estupefacto con las palabras que estaba escuchando y un ''Yo tenía razón'' interno me explotaba desde los órganos hasta los labios, pero la cordura ganó, y así, olvidando ropa ya olvidada, las cosas que llevaba ese día en una bolsita, y dejando ahí todo el patetismo, salí y entonces si continúe con mi vida, con la que había iniciado ya un año antes.
Dicen que Antonia se quedó muy sola, ya que L. R y D. creyeron que sería muy fácil aguantarla, creyeron que todo iría en color rosa, se quisieron vestir de héroes, pero, no lo consigueron, y los tres de la furiosa unión'' terminaron peleados, Antonia sola cuidada por una extraña, L. deshojando los recuerdos en bares, R. renunciando a ser él sólo por ser como D. ( otra persona con esa inicial) quiso, quiere, y querrá hasta que se le termine el dinero y D. bueno, se quedó sin empleo, sin coches, sin hijo estudioso y por andar de pone cuernos, se queda casi sin mujer, aunque no tuvo tanta suerte o tanta mala suerte.
Y aquí sigo, tratando de desglosarles la vida del modo más amable posible, y trato de verlo con humor, con el típico sarcasmo que me caracteriza.
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