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sábado, 11 de octubre de 2008

Muchas cosas.

Ville valo siempre me ha acompañado en mis momentos de soeldad, alegrías, tristezas, en fin, sin saberlo, Ville Valo tiene un foro donde se habla de todo menos de él.

Muchas canciones se identifican conmigo, muchas letras me hacen revivir etapas de mi vida, y bueno, Ville Valo siempre ha estado de algún modo ardonado alguna playera o una pulsera.

Tengo muy pocos amigos, tengo muy poca confianza en la gente, pero sé que debe haber gente buena, yo no le he hecho mal a nadie nunca, soy buena gente aunque un poco seria, y un poco sárcastica, eso no me hace mala.

Recordaba muchas cosas antes de escribir, pero suele pasar que siempre las olvido, parecerá mentira pero también a mi me han sido infieles antes, nunca he tenido demasiada suerte en esas artes, y siempre de jovencilla idealizaba de más a la gente, la que pagaba el caldo junto con las gallinas era yo, sigo pagando errores ajenos, y últimamente a las personas les ha dado por joder a otras, no le veo mucha ciencia, si uno quiere a alguien y ese alguien lo quiere a uno, quédese ahí y no moleste a otras vidas.

''Sigo cayendo sin caer
entre grietas esótericas
sigo pensando sin pensar
el tono del placer''

El mismo rey de siempre, el mismo rey esclavizado, lujurioso y malévolo de siempre, seguro se ríe de mi en algún lado, aunque para mi rey sea un maldito payaso, para otros es todo el universo, suspiro a veces, y dejo la tele encendida para no sentirme sola, se ve la calle un poco desierta, y pasa gente conversando, y yo sin hilar palabra, sólo idiomas infantiles.

¿Qué se sentirá ser fantasma en la mente de alguien? ¿Será perturbador ser fantasma? ¿Alguien podría asustarse si al abrir el clóset encuentra un esqueleto?...Creo que si, yo busqué miles de cosas y fui olvidando que las tenía, cuando volví a buscarlas y sacarlas de las bolsas, recordé que habían estado mucho tiempo guardadas y que olían a viejo, como puede oler el otoño en los árboles que fallecen a su llegada, y una pequeña sonrisa, diminuta sonrisa se dibuja en un rostro inocente, y la otra inocencia se dibuja y se pinta fuerte y perfecta junto a la puerta de esprín, algo me recuerda que no estoy sola.

Yo no tengo la culpa de muchas cosas, me hago responsable por lo mío, pero ya no por lo ajeno, sé que algún día podré ir a la playa, podremos ver la puesta de sol 43 veces, y pondremos los camastros de modo que podamos ver otras 43 veces, los siguientes ocasos.

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