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domingo, 26 de octubre de 2008

Por éstas fechas.

Siempre, todos los años me da una especie de nostalgia, es de unos años para acá, pues desde el 2004 mi vida cambió y dejé la soltería, a veces recuerdo cuando éramos sólo dos intentando escribir una historia sobre los obstáculos, sobre las intrigas, sobre las mentiras, sobre esas tardes cuando me quedaba sola en casa, ya ni recuerdo como es la soledad extendida. También pienso en aquel 15 de septiembre del año 2005, más bien recuerdo la primera semana de septiembre, el día 8 cuando me tenía que haber llegado la regla, regla que nunca llegaría.

Él y yo ya sospechábamos que quizás ya no estaríamos solos, pero sólo era una sospecha, nada cierto, y al día siguiente, fue a la farmacia y me compró una prueba casera de embarazo, mientras él regresaba, el estómago se me hacía trizas, se me volvía a construír y de nuevo se hacía trizas, cuando regresó, ambos, fuimos al baño y esperamos el resultado con la prueba sobre una tapadera de gel en la recámara, a los pocos minutos, sin parafernalias ni sopresas, nos dimos cuenta que estaba embarazada; Ahí empezó todo.

Por éstas fechas hace tres años, estaba esperando a mi primera hija, esperando con ilusión de primerizos que me creciera la panza, sentir esos movimientos de los que hablaban, pensar en como sería el parto, pensar en tantas cosas, fue un invierno maravilloso con mi barriguita creciendo, sintiendo poco a poco los movimientos de mi primer bebé, pensando y teniendo nervios de la primera ecografía, de la primer consulta, de lo primero de todo, me da nostalgia saber que han pasado 3 años desde eso y que ahora mi hija está aquí con nosotros, que las cosas han cambiado tanto, y que ya hasta tenemos otra bebita, que volvimos a empezar a contar las lunas, las semanas, los días y que nos llegó nuestro segundo regalo en agosto pasado.

Por éstas fechas hace tres años, yo sería mamá primeriza, con miedos, ilusiones, historias que al momento de ese primer parto se desvanecieron por que hasta que no se vive no se sabe, nos dormíamos pegaditos, abrazados, él me abrazaba la panza, la primera navidad con vida en mi, pensando no sólo en mi, si no ya en otra persona, y de pronto 18 semanas y luego 28 y luego 38 y luego...El final de esa maravillosa historia que se tejió un día, !También de agosto! una noche de domingo, cuando yo dormía, y de caricias, sueños, amor y besos, viajaba por mis adentros la maravillosa creación de la vida tan mágica que pude ver esa mañana de septiembre en una prueba de embarazo.

Hace tres años y ya habíamos escrito la historia hacía un año atrás, en esa ciudad infinita, en esa ciudad que ofrece de todo y tiene todo, luego en febrero de 2006, cambió de empleo, y yo me quedaba sola con una barriga redonda y pequeña, esperando por papá, asomándome por la ventana desvelandóme las veces que cambió de turnos y ahí estaba, con mi barriga rellena de vida, sin duda nunca olvidaré esos momentos, esos primeros movimientos esas primeras noches de ese primer embarazo.

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