RSS

miércoles, 29 de octubre de 2008

Otra de cuando estábamos lejos.

Y siempre que decías algo de los condominios azules y de los pequeños espacios de tu casa, se me hacía un nudo no sólo el corazón si no también el estómago, la verdad nunca pensé en que yo iba a usar un cajón destinado para mi, ni otro cajón en el tocador, ni siquiera pensé que un día en realidad iba a poner mi cepillo de dientes junto al tuyo, estaba acostumbrada a que todo era para mi, y cuando me sentí incomódamente apretada en ese colchón riquísimo, matrimonial y apacible, no lo cambié por el mío para mi sola...No, cada que hablabas de nuestro primer encuentro, pensaba en que sería así sin duda ( eso en el caso de que realmente ocurriera) y ocurrió, no así pero quizás un poco mejor de lo que habíamos pensado.

Esas noches el verano ofrecía un viento de madrugada fresco, agradable, húmedo si había llovido durante la tarde, yo solía abrir la puerta, haciendo malabares con el teléfono, y solía acomodarme cerca de la puerta de la casa, viendo el estrecho corredor del porche hacia la puerta de salida, las sombras dennotaban la presencia de helechos y lenguas de suegras y a veces la luna se esparcía entre las macetas de la barda, pero tú no podías ver el cielo de julio limpio repleto de estrellas, y yo no sabía como describirte esos paisajes nocturnos, no veías que mi piel resplandecía de blanco a oscuras, no veías tampoco el temblor de mis labios cuando me decías ''Te amo''; No veías ni sentías nada de eso, sólo una voz, que desconozco como se escucha por teléfono, sólo mi voz que te susurraba que quería estar contigo, que quería estar para ti y por ti, y que ya había recorrido algunas manos, labios, pero que sólo eran los tuyos.

Tampoco podías poner una mano cerca de mi corazón y sentir el latido a prisa, desbocado que me provocaba escucharte, ¿Recordarás la primera vez que te llamé ya muy tarde para agradecerte el detalle de tú haberme marcado esa tarde? Tenía el corazón igual de inquieto que ahora cuando dan las 3 de la tarde y sé que pronto vendrás, te hable con muchos nervios, con muchas ganas y sobretodo con amor de escucharte otra vez.

Y al cabo de pocos días, increíblemente fui sintiendo algo por ti, indescriptible, algo que me llenaba las venas, la sangre, y que por un momento en esas noches donde creías que tenía otra cara, imaginaba el final, el final que en el fondo quería que fuera feliz o por lo menos que no te importara nada de eso.

Y cuando veo tu sueños, cuando me detengo un poco en las noches y te observo dormido, boca abajo, con la respiración pacífica, recuerdo todo ésto que ahora escribo, tan nítido todo, tan claro, tan perfecto, tan maravilloso.

Termino como siempre digo, hace más de 4 años de todo eso, antes de Sora, antes de Leona, antes de nuestro primer beso y de nuestra primera caricia, y ellas exisitieron siempre, siempre existieron entre mis sueños contigo, en esas noches nuestras, siempre han estado con nosotros y ellas supieron cuando es que tendrían que llegar.

0 comentarios: