RSS

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Llegan los invasores.

Cuando alquilamos está casa antigua, renovada a los antojos viejos no pensé que tendría que salir de éste modo, corriendo y estresándome más de lo debido, pensé que duraría muchos años aquí, en esté callejón pintoresco lleno de gente conocida que al calor de la mañana me saludaban con sonrisas diurnas, no pensé en que tendría que dejar entrar a gente desconocida para que midieran muros y hablaran de tirar una pieza u otra, por que simplemente no pensé que sucedería ésto que está sucediendo ahora.

Está casa ya no es la misma, ni será la misma nunca, desaparecerá en el frío invernal de una bola de acero tirando fuerte y duro contra todos sus muros y paredes; contra mis recuerdos, la recámara no será más la recámara, ni la cocina, y nunca volverá a sonar el estereo, nunca volverán esas noches intensas de calor con el baño afuera, así como muchas cosas se han desvanecido, también está casa se irá perdiendo por que así sucede con las cosas materiales.

Llegan los invasores pisando fuerte, no puedo evitar sentirme como en ese video de ''DIDO'' dónde los trabajadores se meten a su casa mientras ella saca sus cosas como puede y su pequeño espacio se ve devastado y ella se queda caminando en la calle cuando han demolido su casa, ¿Saldré cantando igual yo? ¿Tendré el mismo ánimo de tomar el último café en el último y azaroso día de estancia en este espacio que no me pertenece más? Seguro cuando escriba, lo haré desde otro lado y habrán sido renovadas las ideas, parece que la vida se empeña en destruir los vestigios de mi historia.

0 comentarios: