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sábado, 6 de diciembre de 2008

Sábado.

Son las 4.29 pm del sábado 6 de diciembre del 2008, agonizante entre fiestas previas, imagino como estará la casa vacía, llena de luz por todas partes, sin el estereo sonando, sin la tele, sin las niñas, sin nosotros; sin embargo, veo esta luz invernal cernida sobre las cortinas floreadas, flores rojas oscuras y negras, espacios de hojas verde olivo, le dan un toque dorado a la recién estrenada casa.

El jardín está sin flores aún, sólo con unos arboles que anunciaban abandono, un corredor rojo, y pastizales secos bañados también por ésta luz que me recuerda la infinita ciudad aquella donde fui tan feliz, hablaré de muchas cosas, del azul de la tarde, de las migajas que un día me dieron las hormigas...

Frgmentos de poesía que se quedaron vagando en el aire.

Yo regresaré por
ti detrás de tu
sombra, bajo el azul
de la tarde, comiendo
migajas que me den
las hormigas, yo...Regreso.


Para compartir la
miseria de nuestros
errores, para corregir
los aciertos, para
matar algunos pensamientos
de amor y nostalgia, más
allá de las nadas, de las
materias que fueron
ubicadas en nuestras
memorias.

Nos bañamos demasiado
en desdenes y en inmundicias
también comimos de las
bocas maltrechas de los
fallecidos; Acepté reclamos.


Pero siempre tuve claro
que seríamos uno tras
nuestras caídas en
fangos tratando de
perseguir moscas
y pretendiendo robar
sus ojos, para ver
en ocho, para ver
por todos, y sacar
de la tierra aún
más miseria de la
que pudimos haber
visto.


Ya paso el horror
de la paz, habla
y te hablo por que
estoy presente, soy
una diosa particular
pero yo si te oigo
y si aprecio tus
lágrimales verdes
tu descanso, como el
mío, es esta tierra
fantasmal, ya bastante
despreciable, para que
la puedas vomitar con
desechos de aquello
que nunca pudiste
lograr, yo regresaré
por ti entre escarabajos
ávidos de basuras.


En íntimos lugares
que nuestros ojos
contemplaron
castigados de
hastío, de cruces
que apuñalaron el
sombrío rincón
que nos pertenecía
y nuestras venas
son barro, si tú
quieres puedes ser yo.


Pero aunque cambies
la faz no cambiarás
los anhelos, no
desearías ser por
nadie parecido
y no pienses que
serás perfecto
así, serio, te
envolverán nervios
y sienes de otros
pero tú serás yo
y yo no seré nadie...


Entonces yo te espero
regresa por mi detrás
de mis sombras, bajo
el azul de una tarde
pero no comas de las
hormigas, si no de mis
labios secos y faltos
de vida.

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