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sábado, 6 de junio de 2009

Él.

Él llegó en un noviembre polvoso
él llegó entre cajas de mudanza
él llegó con imágenes y sensaciones
él llegó para tal vez mostrarme algo.

Él llegó primero invisible
primero imperceptible
primero como una probabilidad
primero como la consecuencia
luego, según yo, se hizo verdad.

Él llegó con tornados de devastación
él llegó arrasando y me destruyó
él cuando llegó se burló de mi
él jugaba conmigo en el espejo.

Se hizo evidente y real en ese
día cinco de enero, él se reía
y gozaba cuando yo sufría
y moría poco a poco y en partes
él me señalaba lugares, luego
me mostraba palabras, que
eran para mi...Verdades.

Él ya había venido pero
se ocultó entre cementos y
vanidades, él llegó más fuerte
en ese diciembre ( negro más
negro que los de antes).

Él era el malo de los cuentos
él era asesino de mis huesos
él comía de mis soldaduras que
nunca se movieron , me provocó
tormentas mucho más hondas
que llagas de fuego.

Él me pateó, me golpeó
me cortó, me mintió, él
se hizo de todos mis miedos
fué su nacimiento para mi
mala ocasión, debí abortarlo
cuando no llego al tiempo.

Ahora después de todo el suceso
toma café y juega ajedrez
él se pasea atrás de mi
abre sus brazos, pero yo no
le hago caso y cabizbajo se
va al rincón a maquinar nuevos
desastres, pero cometió un error
que fueron, esas descargas profundas
de temor.

Él ahora me habla en sueños
dicen que él soy yo, que le puse
nombre, apariencia y figura
que él es mi otro yo, el lado
más oscuro que el que muestro.

Ahora vive en casa como si fuera
algo de la familia, come lo que encuentra
en el refrigerador, duerme en la sala
se pone frío, a veces si salimos, él viene
conmigo, él dice que estaba destinado
para mi, que desde que llegué el mundo
y soy lo que fui, que él me veía desde
su universo, que quiso colarse para
enseñarme lo que en verdad es cierto.

Ahora lo entiendo me deshizo no
para dañarme, si no para hacerme
fuerte, me descuartizó el cerebro
no para volverme loca, si no para
provocar reencuentros.

Él me muestra enigmas
él de repente se hizo bueno
él a veces lee el periódico
cruzado de piernas, dicen
que yo lo invento.

Él me acompaña en las
tardes calurosas, lo hizo
desde el invierno, dice
que hay dos misterios
y son sus símbolos antimonio
y secretos.

Ahora dice él que podemos
ser amigos, por que ya no
me aturde, por que ya no
hace que me zumben los oídos
por que ya no me hace sentir
que voy a morir en cualquier
momento, ahora él dice
que nunca fué mi enemigo.

Él me cuenta cosas
yo le pregunto otras
pero dicen que soy yo
entonces ya no es que
me diga, es por que yo me digo
él, ¿Soy yo? Por qué lo veo tan
nítido.

Él me acompaña a comer
me dice que puedo morder
que siempre pude hacerlo
que se me quedó en la boca
por que mis palabras eran podridas
que él las limpió, por que yo no
quise ver las cosas, cuando ella
regreso.

El que antes me atormentó
hoy palia mis latidos
el que antes me redimió
ahora cuida mis gritos
él me dijo ayer ''Ahorita
vengo'' Se fué a conseguir
café..

Él hoy me dijo, ''Iré con
un señor, pero no quiero
dejarte, por que has sido
la única que no me guarda
rencor''.

Lo he visto poco
va de aquí allá como
recogiendo algo, primero
lo odié a muerte, hoy el
odio se ha convertido en
agradecimiento.

Él llegó en noviembre
en mudanzas y lágrimas
tenues...Él se sienta a mi
lado, él, él, casi siempre
me da el pico que tiene
por mano.

para ti, Reolo*, que te mueves en oleajes conversos, que de repente me has cambiado el concepto que tenía de ti, es cierto, me hiciste sufrir, pero ahora es tan extraño, por que si, si, podemos ser amigos.

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