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martes, 1 de septiembre de 2009

En nitrato de plomo.

Todo acabó un verano del 2005, cuando las cabezas todavía no adornaban los lotes baldíos de la ciudad, cuando todavía la ciudad no estaba masacrada y cuando aún ésta ciudad, no era prostituta.

Acabó un sábado y el año anterior ni siquiera había miras que acabara, pero acabó y comenzó para mi otra era...Pero la gente se quedó en el mismo lugar de toda la vida y la vida mejor se fue a hornear pastelillos cancerígenos y alucinogénos, y por un momento el tiempo sacudió ésta espalda que en otros años, había sido frágil.

Yo pensaba que todos aquellos sueños y pensamientos nunca se harían verdad, que todo eso que yo pensaba eran ideas absurdas de una adolescente que quería salir corriendo y gritar en un despoblado, pero más me asombré y quedé de una pieza cuando aquello ocurrió y los ojos se nos pusieron a todos llenos de ácido aunque hemos sabido darles otro sabores.

Cuando yo era niña, sólo tenía derecho a una comida, si mucho dos, más de dos no, por que engordaba y nadie me iba a querer, esas eran las palabras de la protagonista de ésta historia, pero yo ahora no pretendo ser villana ni mucho menos verdugo, y cuando yo era niña no tenía derecho a decir que no era feliz, ni a quejarme, ni a pretender si quiera pensar que un ápice de amor existía en el corazón de la mujer a la que el reino se le vino abajo.

Cuántas veces no se habrán burlado de mi, hablado a mis espaldas, pero yo sin saberlo, como he dicho antes, ninguna imágen podría compararse a como fué en la realidad, tendría que dibujar en una sola imágen todo aquello, de todas esas noches que yo estaba muerta, de todas esas veces cuando era un cadáver deambulando ( más cadáverica y más muerta que en todos los diciembres negrísimos que tuve) Y ahora las cosas son tan diferentes.

La mujer del reino acabado, tiene su palacio en ruinas, llenas de polvo, arañas y uñas quemadas, tiene los pisos que nunca fueron blancos, renegridos del amor que nunca se hizo realidad, por que era una tierra extraña y hóstil, así como el desierto, así son sus ojos, secos de lágrimas y de emoción, el castillo se pudre poco a poco entre inclemencias del clima, entre noches vacías, entre pláticas que nunca existieron, ahora es a ella a la que no le dan de comer, a la que tratan mal, y a la que sacaron de ese castillo por que los mercernarios lo iban a boicotear, ahora ella luce acabada y más que nunca sola, metida en quien sabe que rincón de quien sabe que calle, en está ciudad estrellada de cerveza, sangre y sudores de sicarios que nunca han conocido ni conocerán lo frío que pueden ser mis colmillos, que está oculta de los mismos ocultos, que está más sucia y condenada que el demonio enamorado de un ángel.

Siempre he pensado que detrás de algunas personas hay monstruos esperando salir, y víctimas de los intereses se disfrazan de condiciones humanas, pero en sus miradas siempre vi avaricia, engaño, pero nunca dije por miedo a ser más presa de injurias, aunque en el fondo supe que todo terminaría de ésta manera, lo cual no me alegra, y siento una profunda tristeza, absolutamente y perfectamente bien dibujada, desde la nariz, hasta las uñas de los pies, por que la tristeza también tiene forma humana.

Y aquí sigo yo, escuchando un regreso sangriento, pensando en como pagar deudas, en que hacer de lonche para la escuela de mañana, en el sueño que me da levantarme y bañarme, en todo eso que se tiene que hacer, en un día soleado, batallando con una niña que se quiere parar en la carreola, en que si la dejo abajo debo estar pendiente de que la otra no le pegue y lo más importante que no se lleve nada a la boca, pensando en todos esas sombras que se van dando media vuelta y salen, de esos mosntruos que era yo misma, de esos enemigos que siempre han pisdado fuerte y que eran yo...De todas esas cosas que me aturdían y me hacían reverberar en oscuridades con lunas avioletadas...En todo eso en lo que un día pensé que sería impensable.

Aquí estoy planchando uniformes, lavando camisas escolares, sin ser millonaria, sin tener un carrazo del año, sin tener el cuerpazo, pero si una vida tranquila y feliz, con mi familia, esa que formé a ciegas, esa que sigo construyendo a base de amor y comprensión.

Yo acá estoy escuchando ''Muerto y se fué'' Y me rio de las cosas cómicas que salen en la tele, y me rio de las gracias de mis hijas y canto y pretendo que bailo, sabiendo que mi problema de deudas se resuelve el lunes...Pero los problemas de mi abuela no se resuelven en una semana ni en un mes.

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