RSS

domingo, 22 de marzo de 2009

Las historias tan encontradas.

Nunca lo publiquè por que se me pasò o se me olvidò por que soy muy olvidadiza.

Pero en el mes de febrero y como buenos mexicanos, dejamos tooodo para el ùltimo y el penùltmo dìa de inscripciones a eduaciòn preescolar, fuimos a mi antigua escuela, ''La vallina''...

Està pintada del mismo color que cuando yo estaba ahì, osea, verde claro agua, obviamente le han dado sus retoques, por que es una escuela que es pùblica, pero es tan popular y todo mundo se muere por meter a sus hijos ahì, pues bien, llegamos a la puerta principal, y por alguna razòn olvidè que se abrìa fàcilmente con un pasador, de lejos y entre los vidrios, veo que viene alguien, parecìa un niño de esos altos que no son tan altos a comparaciòn de otros, pero que son altos en su salòn y me llevè la gran sopresa de que no era un niño si no Rafa, el conserje que desde siempre ha estado ahì.

Saliò rièndose como siempre, asì como lo recordaba, y pasarà de los 50 años, pero parece de 35, sigue con sus cabellos erizos y difìciles, y bueno, me dijo ''¿Y por què no entra, ya se le olvidò còmo?...Hhahahaha, fue una regresiòn a esos años de la escuela primaria, a ese tiempo donde yo era una niña y lo veìa altìsimo, ese dìa descubrì que yo estoy un poco màs alta que èl y que quizàs nunca estuvo tan alto. Me dijo que si ya le traìa a uno de mis niños y le dije que iba a ver, que llevaba a mi hija mayor al kinder, pero ohhh, sopresa por que tambièn olvidè que ahì sòlo hay segundo y terero de kinder...

Salimos y èl no estaba, pero es de esas veces donde uno se tiene que acordar a fuerzas, que uno tambièn tiene pasado, y uno tambièn tuvo sus historias y una familia y otra casa y sentimientos por esas personas, y aunque antes lo querìa olvidar y comenzar de cero, cambiarme el apellido y demàs tonterìas, ahora sè que todo lo que pasè forma parte de mi vida, y que como todos, he tenido cosas buenas y malas, me està costando un ovario y la mitad del otro, saber que el pasado no vuelve, asì como dijo mi maestra de tercer grado, y que puedo aspirar a vivir cosas parecidas, mejores e incluso peores, pero nunca, nunca, lo mismo.

Y eso me ocurre cada que paso por las casas donde he vivido, por que siento que si me asomo ahì me voy a encontrar y aunque estèn ocupadas, o vacìas, sè que eso no puede ser, que ahora tengo èste presente, muchos futuros, y otra primavera màs.

0 comentarios: